LILIAN KLANDERUD COACH TRANSPERSONAL
Acompaño a quienes han sostenido el mundo sin que nadie notara su herida. Personas que, más allá del éxito, han callado su dolor para no incomodar, han brillado mientras se vaciaban por dentro. Ya no tienes que seguir luchando en silencio. Este es un espacio para soltar la coraza, para volver a ti sin culpa. Habítate con dignidad, con calma, con verdad.
#ReconquistaAuténtica
- COMPROMISO CONTIGO MISMO
- LIBERTAD DE ELEGIR TU CAMINO
- UNIÓN CON TU ALMA
- BONDAD EN TU CORAZÓN
Perdonando el legado invisible de “Mama”
👩El vínculo con la madre es uno de los lazos más profundos y complejos que configuran nuestra identidad. 🌫️ La herida materna no siempre se ve, pero lo condiciona todo. La relación con la madre marca cómo nos tratamos a nosotros mismos. Si hubo abandono, exigencia o confusión, esa herida se transforma en ansiedad, culpa y miedo a poner límites. Muchos han logrado mucho, pero siguen sintiéndose vacíos. No es debilidad: es una herida no nombrada. Sanar no siempre implica reconciliarse físicamente. La verdadera sanación ocurre cuando te reconcilias contigo. Cuando dejas de buscar afuera lo que ya mereces dentro. Cuando vuelves a ti sin culpa, sin traicionarte.
Perdonando el legado invisible de “Papa”
Has sostenido el mundo con una herida no nombrada — ahora es tiempo de volver a ti, sin culpa, sin coraza, con dignidad y calma.
🧍♂️ El eco del padre en tu historia La figura paterna deja huellas que marcan cómo amamos, confiamos y nos valoramos. Su ausencia, exigencia o silencio se convierte en un eco que se repite en cada vínculo. Sanar ese lazo no es olvidar: es reconocerte más allá de lo que faltó. Es volver a ti con firmeza, sin repetir el abandono.
🧍♂️ El padre: presencia que forma o ausencia que pesa. Desde que respiramos por primera vez, nuestra psique se moldea por lo vivido. Y el vínculo con el padre —su presencia, su ausencia, su exigencia o su silencio— deja huellas profundas. Muchos han aprendido a sostener sin pedir, a rendir sin descanso, a callar su necesidad de guía. Pero esa herida no se borra sola. Se transforma en autoexigencia, miedo al fracaso, dificultad para confiar. Sanar no es culpar. Es reconocer lo que faltó y darte lo que no te dieron. Es volver a ti con firmeza, sin repetir el abandono.
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